Bulas Alejandrinas
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Bulas Alejandrinas es el nombre colectivo que se da al conjunto de documentos pontificios que otorgan a Castilla el derecho a conquistar América y la obligación de evangelizarla (las dos Inter cœtera, Eximiœ devotionis y Dudum siquidemque), emitidos por la Santa Sede en 1493 a petición de los Reyes Católicos, cuya influencia ante el Papa Alejandro VI (de la valenciana familia Borja o Borgia) era lo suficientemente poderosa como para conseguirlas.
Tabla de contenidos |
[editar] Contenido de las Bulas
En las bulas se precisa que se concede el dominio sobre tierras descubiertas y por descubrir en las islas y tierra firme del Mar Océano, por ser tierras de infieles en las que el Papa, como vicario de Cristo en la Tierra, tiene potestad para hacerlo. La concesión se hace con sus señoríos, ciudades, castillos, lugares y villas y con todos sus derechos y jurisdicciones para que los Reyes Católicos tuiviesen tal dominio "como señores con plena, libre y absoluta potestad, autoridad y jurisdicción", sin más condición que la de no perjudicar a otro príncipe cristiano que pudiera tener un derecho reconocido en ellos; y se excluye a toda otra persona de cualquier dignidad, estado, grado, orden o condición, incluso imperial o real, en el comercio o en cualquier otra cosa, sin licencia expresa de los Reyes Católicos. Las bulas, por tanto, decretaban la excomunión para todos aquellos que osasen viajar a las Indias por el Oeste sin autorización de los reyes de Castilla. La única contrapartida de la donación es la obligación correspondiente a los reyes de evangelizar las tierras concedidas.
[editar] Por qué Castilla y Portugal
El hecho de que en 1493 no se supiera de la existencia de un Nuevo Mundo entre Europa y Asia no quita validez a la donación. Se sancionaba en la práctica un reparto del mundo entre las dos potencias que optaban a ello: Castilla y Portugal. No es casualidad, todo contribuye a ello: la coyuntura del final de la Reconquista, la modernidad de su sistema político (las monarquías autoritarias de ambas), la dinámica de sus economías (la lana castellana para el siglo XV se ha comparado al petróleo para el XX), la geografía (ocupan el ángulo suroccidental de Europa), las bases avanzadas de Canarias y Azores, el capital humano de sus marineros (que heredan y actualizan cada generación su información sobre el Atlántico) con el añadido de las colonias italianas, y su tecnología naval punta.
Las bulas, a pesar de ser un triunfo castellano tenían una clara componente arbitral (reconocida por Pedro Mártir de Anglería) en las seculares negociaciones por las rutas atlánticas de la costa occidental africana, revalorizadas desde el descubrimiento del Cabo de Buena Esperanza y desvalorizadas desde el descubrimiento de Colón. Si hasta entonces se habían repartido con una división norte-sur siguiendo la frontera un paralelo (Tratado de Alcaçovas, 1479), ahora se hacía lo mismo de este a oeste siguiendo la frontera un meridiano: el que pasa a cien leguas de las Islas Azores y Cabo Verde.
Posteriormente, ante la presión de Juan II de Portugal que consideraba abusivo el arbitraje papal, las dos potencias firmaron el Tratado de Tordesillas (1494) donde la distancia quedó fijada en 370 leguas, lo que hizo caer la costa de Brasil (que no se descubrió hasta 1500) en la zona portuguesa.
[editar] Causas
Las razones por las que Alejandro VI concede las bulas son fáciles de entender. Es fruto de la especial relación entre Reyes y Papa. El mismo título de Reyes Católicos que ostentaban Isabel y Fernando también fue concesión suya (ver Monarquía Católica). Aparte de la piedad de los reyes o del origen nacional del papa, había dos poderosas razones:
- 'La guerra': inminente con el ambicioso rey Carlos VIII de Francia, que aprovecharía la muerte de Fernando I de Nápoles (enero 1494) para invadir Italia, y en la que las tropas del Gran Capitán experimentadas en la Guerra de Granada serían bien útiles (1495)
- El dinero: para celebrar la toma de Granada (España) y pagada con el primer oro llegado de América, se levantó la capilla de la Academia Española en Roma, llamada San Pietro in Montorio (1502, arquitecto Bramante, precedente de la cúpula de San Pedro de Miguel Ángel).
[editar] Consecuencias
Los debates intelectuales que provocaron las bulas alejandrinas incluyen la discusión de los justos títulos de dominio sobre América, o polémica de los naturales, que tuvo sus cumbres en la Junta de Burgos (1512) y la Junta de Valladolid de 1550-1551, donde se enfrentaron Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas.
En cuanto a las consecuencias en las relaciones internacionales, el respeto que producían las excomuniones papales demostró ser directamente proporcional a la capacidad de los barcos españoles que las hicieran cumplir. El siglo XVI vio cómo en cuanto se sintieron capaces, franceses, ingleses y holandeses aprovecharon cualquier oportunidad de explorar y en su caso colonizar la costa americana. La irónica pregunta ¿dónde está la cláusula del testamento de Adán que reparte el mundo entre castellanos y portugueses?, atribuida a Francisco I de Francia es una buena muestra de ello.