Bernardos

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Desde Segovia hacia el noroeste existen dos amplias vías; una apunta a Santa María la Real de Nieva, la otra a Carbonero el Mayor. Entre estos dos puntos, adentrándose en caminos no tan buenos encontramos la Villa de Bernardos. Lo anterior, induciría a pensar que Bernardos es un pueblo como tantos y tantos maravillosos pueblos, parecidos al común de los pueblos castellanos.

Pero basta aproximarse para ver que no es así: allí, el agua y la piedra toman significación particular. Atravesada por el río Eresma que delimita su término por el oriente, la villa de Bernardos se encuentra a unos 10 km al nordeste de Santa María la Real de Nieva, frente a Carbonero el Mayor. Hoy, Bernardos se enfrenta con entusiasmo al nuevo siglo, sabiendo que sus potenciales son enormes. Invitamos desde aquí al viajero a disfrutar de mucho más de lo que aquí hemos contado: sus gentes, sus costumbres, sus vestigios visigodos y sus bellos parajes.

La Pizarra es su mayor fuente de orgullo y de ingresos existiendo sus canteras desde hace más de 500 años, sus pizarras son el componente principal de muchas construcciones repartidas por toda la geografia nacional y son muy apreciadas en el extranjero.

Entre sus lugares más vistosos encontramos la plaza mayor con su edifico del ayuntamiento, su iglesia parroquial que funde el románico y el gótico y la Ermita del castillo que se encuentra en el cerro del mismo nombre a unos tres kilómetros del casco urbano en donde encontraremos los restos de una antigua muralla que data de la época árabe aunque diversos estudios han llegado a afirmar que dicha muralla puede datar de la época visigoda e incluso romana.

No debemos olvidar los bellos parajes del río Eresma que surcan el municipio como "El Arco" con su viejo molino y "El Puente de Piedra".

Como acontecimientos festivos más importantes, tenemos la romería del castillo que se celebra un fin de semana durante el mes de Mayo, sus fiestas patronales que se celebran el último fin de semana de Agosto, y "La Subida", celebración que se celebra cada diez años y en donde la imagen de la Virgen del Castillo patrona de la localidad es conducida a la Ermita del Castillo por sus vecinos.