Aves en el Santuario Histórico de Machu Picchu
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Machu Picchu y las montañas que lo rodean son famosos por su abundancia de especies endémicas de aves, plantas y otros organismos (el término "endémico" se emplea para definir las especies que no existen en ninguna parte). Una explicación radica en las peculiares características del paisaje de esta zona sudamericana.
[editar] Características de la zona
Mientras la mayoría de las vertientes orientales de los Andes se inclinan más o menos directamente hacia las tierras bajas, el área entre Paucartambo y los ríos Ene y Apurímac es un gran abanico de cuchillas montañosas separadas por profundos valles. Machu Picchu, una de ellas, mira el profundo valle del Urubamba enmarcado por las imponentes cordilleras Vilcanota y Vilcabamba (ambas con picos por encima de los 5.700 m.s.n.m.).
El análisis de la información proporcionada por los satélites meteorológicos revela que las crestas de las montañas ofrecen una eficiente protección contra el impacto de los fríos vientos polares del sur ("friajes"). Frecuentes bajo la forma de breves períodos de frío clima invernal en la parte meridional de los trópicos, con granizo y nieve sobre las pendientes andinas, esos vientos pueden haber sido la principal causa del cambio de la vegetación en América del Sur durante los períodos glaciares. A través de los Andes tropicales, los niveles más altos de concentración de las aves endémicas corresponden a los lugares que son ecológicamente predecibles. Esto sugiere que las especies endémicas representan rezagos poblacionales que podrían sobrevivir períodos de inestabilidad climática solamente en lugares que estuvieran bien protegidos contra el clima extremo.
[editar] Habitantes ilustres
Machu Picchu se ubica en una suerte de transición entre la cuenca baja (y húmeda) del Urubamba y el valle de Vilcanota (de clima benigno y cuna de la cultura y el imperio incaico). Por ello no parece ser una coincidencia que algunas de las más raras aves andinas vivan en los pequeños parches de bosque que todavía permanecen en los lugares de difícil acceso, justamente arriba de las antiguas ruinas y terrazas del valle de Vilcanota.
Esas relaciones han sido ignoradas hasta ahora por los biólogos de la conservación. En el futuro, el principal reto para los conservacionistas será cómo mantener la biodiversidad en áreas adyacentes a una densa población rural.
Las especies de aves más importantes de Machu Picchu, ya sea por su rareza o escasez, son: Churrete real (Cinclodes aricomae), tijeral cejiblanco (Leptasthenura xenothorax), canastero de Junín (Asthenes virgata), cucarachero inca (Thrythorus eisenmanni), habitante de los bosques de bambú, matorralero del Cusco (Atlapetes caniceps) y matorralero de Vilcabamba (Atlapetes terborghi), tapaculo de Vilcabamba (Scytalopus urubambense), hemispingo de Parodi (Hemispingus parodii), colicardo de Vilcabamba (Schizoeaca vilcabambae), lechuzita peruana (Glaucidium peruanum) y colaespina de Apurímac (Sinallaxis courseni), especies que habitan en los bosques de queñual, pajonales y roqueríos a altas elevaciones. Todas son especies endémicas del Perú.